Con máquinas térmicas las que funcionan según un ciclo térmico (ó termodinámico): esto es, las que repiten un conjunto de operaciones que llevan a transformar las condiciones de presión, volumen y temperatura de un fluido.
Esta transformación tiene por objetivo obtener trabajo de cada máquina, utilizando el fluido para proveer o transferir energía.
Un motor de automóvil transforma la energía de expansión del gas de combustión en el movimiento de los émbolos y en el de las ruedas que mueven el vehículo en la carretera.
El motor cumple este trabajo con cargas siempre nuevas de una mezcla de aire y gasolina: opera entonces según un ciclo abierto.
La vieja locomotora a vapor, mediante la contribución del calor provisto por el carbón incandescente, utiliza vapor a alta presión el cual, después de haber dado el movimiento a los émbolos, se enfría y condensa antes de volver a la caldera.
El ciclo agua-vapor-agua se aproxima a un ciclo cerrado, aunque las grandes pérdidas pidan que la locomotora disponga de una reserva de agua.
Un ciclo termodinámico verdaderamente cerrado es el de las máquinas de refrigeración, cuyo trabajo consiste en hacer efectivo un transporte de calor mediante la periódica transformación de las condiciones de una cuantidad definida de un fluido refrigerante que recorra un circuito del cual no puede huir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario