miércoles, 10 de septiembre de 2014




AHORRO Y MANTENIMIENTO




Cómo ahorrar energía en el uso del refrigerador
Las neveras y congeladores suelen consumir hasta el 40% de la factura eléctrica doméstica. No es de extrañar pues está encendido 24 horas al día, 365 días al año. Aquí se citan unos consejos para ahorrar energía:
En puerta cerrada, ahorro de energía seguro: Para que el motor este menos tiempo encendido se debe procurar que la puerta esté abierta lo menos posible. Parece una obviedad pero muchas veces se abre y cierra el refrigerador para retirar cosas que bien se podrían sacar de una vez con un poco de previsión.
Mientras más lleno este el refrigerador, menos consumo: Otra cuestión importante es que cuanto más lleno este la nevera y el congelador, mejor se conservará el frío ya que esto colaborará para mantener fuera el aire caliente que entra al abrir la puerta. También es importante cubrir la comida antes de guardarla para conseguir el mínimo consumo y mejor conservación.
Elegir el refrigerador pensando en el ahorro de energía:
Comprar una nevera eficiente en consumo eléctrico, catalogadas con etiqueta energética "A".
Escoger el tamaño correcto, las neveras más grandes por lo general gastan más, por lo que hay que tener en cuenta la relación entre el consumo y la capacidad del aparato, es decir, de acuerdo al uso que se le va a dar.
Recordar que las neveras que dispensan hielo y agua automáticamente aumentan el consumo de electricidad.

Mantenimiento
Cómo mantener el buen funcionamiento del congelador
Para conseguir un buen funcionamiento del congelador, hay que mantener las paredes interiores libre de hielos, ya que estos hacen un efecto aislante e impiden la trasmisión del frío.
Se hace difícil mantener temperaturas bajas de congelación en un congelador en el que se le ha formado hielo en las paredes, ya que la temperatura mínima que se alcanza estará entre 0 y -5 C. pero hay que tener en cuenta que estas temperaturas se obtienen a costa de que el motor del compresor se mantenga funcionando durante mas tiempo de lo normal, con el consiguiente aumento del consumo energético y disminución de la vida útil del congelador. Por ende, cuidar el congelador es cuidar la vida útil de la nevera y hay que tratar de mantenerlo libre de hielo, mucho antes de que se formen grandes capas.

Cómo eliminar los malos olores en la nevera
Si el olor es muy fuerte lo mejor es quitar todo lo que haya en la nevera y descartar la comida en dudosa conservación. Un alimento en mal estado genera olores fuertes y penetrantes bastante desagradables, además los alimentos en descomposición pueden afectar a otros que se encuentren próximos o por debajo en niveles inferiores.
Para estos casos no hay más remedio que realizar una limpieza profunda de la nevera, para ello hay que retirar y limpiar todas las repisas, compartimentos y cajones de la nevera. Con el interior de la nevera vacío, limpiar el suelo, las paredes y el fondo con agua y jabón, o detergente y unas gotas de lejía o hipoclorito. Al finalizar aclarar o enjuagar con agua y secar todo muy bien.
Para eliminar los malos olores de la nevera que normalmente pueden provocar algunos tipos de alimentos pueden aplicarse algunos de estos trucos y consejos:
1. Cerrar en bolsas alimentos que despidan naturalmente un olor fuerte.
2. Colocar siempre en recipientes cerrados salsas o sobras de comidas.
3. Si en una taza se colocan unos granos de café tostado y se introduce en el interior de la nevera, sobre las repisas y dentro de los cajones, se neutralizan los malos olores.




Cómo limpiar el congelador

Lo más molesto suele ser el tiempo de espera hasta que se descongele por completo para poder comenzar a limpiarlo. Lo bueno, es que existe un sencillo truco para acelerar este paso y que inclusive es recomendado por las mismas empresas que fabrican estos electrodomésticos:
Lo ideal es conseguir descongelarlo con gran rapidez y procurar que su contenido continúe helado. Para ello hay que vaciar el congelador y poner los alimentos en una nevera de playa o en una bolsa térmica que pueda mantener el frío, y a su vez en otra bolsa de plástico aparte se colocan todos los cubitos de hielo mezclados con varios puñados de sal para conseguir una temperatura del agua más baja y evitar que los alimentos se descongelen rápido. Para reforzar el mantenimiento de la temperatura se pueden envolver los alimentos y la bolsa con los cubitos de hielo y la sal en varias capas de papel de periódico.
Una vez desenchufado y vacío, se coloca una olla o cualquier recipiente con agua caliente dentro del congelador y cerrar la puerta.
El vapor que desprende el agua caliente ayudará al proceso de descongelamiento. Se puede cambiar el agua si es necesario.
Cuando ya esté completamente libre de hielo, solo hay que pasar una rejilla, paño o esponja humedecido en una mezcla de detergente y agua.
En el agua del enjuague se puede añadir unas gotas de vinagre y quedará más brillante. También se puede diluir un poco de bicarbonato dentro de agua para usar como limpiador (la proporción es de 2 cucharadas de bicarbonato en 2 litros de agua).
Finalmente se dejan secar bien las paredes para que no quede líquido en el interior del congelador, y se espera alrededor de 1 hora antes de volver a enchufar el aparato.

Atención:
No usar un secador de pelo, ya que puede causar daños a las paredes del congelador o freezer.
No debe colocarse ningún alimento dentro hasta que no trascurran por lo menos 60 minutos.
No usar productos tóxicos o abrasivos como el amoniaco en la olla o para la limpieza posterior.
Es importante recordar que en ningún momento debe alterarse la inclinación del aparato. En caso de hacerlo, como en el caso de una mudanza, es preciso esperar entre 12 y 24 horas para volver a enchufarlo a la red eléctrica.


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